En los primeros meses de vida del bebé es muy normal que después de comer al eructar echen un poquito de leche o incluso que llegue a vomitar todo alguna vez, pero cuando esto se repite constantemente y saca mucha cantidad de leche puede que tu bebé padezca reflujo gastroesofágico.
El aparato digestivo de algunos bebés puede estar inmaduro y necesitan un poco más de tiempo para acostumbrarse a digerir la comida por eso vomitan más.
El reflujo en la mayoría de los casos se cura por si solo antes de que el bebé cumpla su primer año de vida, en muchos casos es el responsable de que no suba de peso a un ritmo normal, ya que el ácido que sube por la garganta es muy molesto y a veces les impide comer o vomitan la comida antes de ser digerida.
Mientras el bebé no cumpla su primer año de vida si se encuentra muy molesto por el reflujo el médico puede recetarle algún anti-ácido, esto no hará que deje de vomitar pero si puede ayudarle a aliviar sus molestias. Con algunos consejos tu también puedes ayudar a tu bebé a sentirse mejor:
Acuéstalo semi-acostado en vez de tumbarlo totalmente.
Dale más pecho y menos lactancia artificial, si lo alimentas exclusivamente de leche de fórmula puede ofrecerle menos cantidad de biberón mas veces al día.
Cuando puedas empezar a darle cereales espesa un poco más su biberón cuanto más sólida sea la comida que le das mucho mejor.
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