Consejos para las Molestias Durante el Embarazo


Exceso de Salivación (sialorrea).- Es relativamente poco frecuente. Aunque va acompañada generalmente de vómitos, puede aparecer sola. Se ha observado que no aparece en todos los embarazos de una mujer que presentó alguna vez este síntoma.
Si no cede al tratamiento general indicado más adelante para los vómitos del embarazo, el médico puede necesitar prescribir medicamentos. A menudo cesa al quinto mes.

Caries dentarías. Indudablemente el embarazo y la lactancia, con las grandes demandas de calcio que le hacen al organismo, predisponen a las caries. Sin embargo, una alimentación correcta, rica en calcio y en vitaminas D y C para fijarlo y un examen frecuente de la dentadura por el dentista, contribuirán a mantener en buen estado las piezas dentarias.

A veces el dolor de algún diente o molar se debe a una neuralgia o a una sinusitis. Las extracciones dentarias de los hábiles dentistas modernos no causan generalmente trastornos durante el embarazo, salvo en las mujeres predispuestas al aborto.

Acidez de Estómago. Es relativamente frecuente observar este síntoma en la embarazada. A veces basta, para hacerlo desaparecer, el evitar los condimentos, los alimentos fritos o de difícil digestión.
Si la acidez no cede con esto puede ser necesario tomar leche de magnesia en el momento que se sienta acidez, por ejemplo una cucharadita o dos con un poco de agua, o bien otros medicamentos para el exceso de acidez.

Vómitos. Aproximadamente en la mitad de las embarazadas pueden aparecer en mayor o menor grado náuseas y vómitos durante los tres primeros meses. Rara vez son muy intensos y persistentes.
El vómito se observa más a menudo de mañana en ayunas, al levantarse. Puede aparecer a veces cuando se siente el olor a alimento y por diversas otras causas.

Puede ayudar a hacer desaparecer este síntoma el poner en práctica los siguientes consejos:

a) Mantener el funcionamiento normal del intestino.
b) Evitar las relaciones sexuales, lo que será más fácil si los esposos están en habitaciones o por lo menos en camas separadas.
c) Tomar el desayuno en cama al despertar, y permanecer en ella aproximadamente una hora después de haber desayunado.
d) Comer a media mañana y a media tarde, además de las tres comidas habituales. La alimentación será sencilla, fácil de digerir, con cereales, frutas, verduras y sin sustancias grasosas ni exceso de proteína.
e) En muchos casos, es conveniente que la grávida evite el cocinar y el sentir el olor a los alimentos.

Si con este tratamiento no ceden los vómitos es imprescindible que se consulte cuanto antes a un médico, que tiene a su disposición una gran cantidad de recursos para tratarlos. 

A veces en los casos obstinados puede ser necesario internar y aislar a la paciente en algún sanatorio u hospital.

Constipación o Estreñimiento. Es muy frecuente la constipación en la embarazada. Debe combatirse dicha tendencia, pues puede traer a la grávida diversas complicaciones, como inflamaciones de riñón o de hígado.

En general puede evitarse la constipación si se siguen los siguientes consejos:

a) Tomar un vaso de agua fresca al despertar y otro al acostarse. Beber suficiente cantidad de líquidos durante el día.
b) Tener una hora fija para evacuar el intestino, preferiblemente después de alguna de las comidas.
c) Alimentación rica en residuos: pan negro, verduras crudas y cocidas, frutas frescas y cocidas. Evitar los alimentos que la persona ha descubierto le son constipantes.

En caso de que estas medidas sencillas no sean suficientes, es conveniente consultar al médico.

Hemorroides. El evitar la constipación o las materias muy secas o duras puede contribuir a evitar que produzcan molestias. Si molestan mucho, puede ser necesario que el médico prescriba un medicamento local.

Varices. Es muy frecuente que las várices aparezcan o se agraven durante el embarazo. Deben evitarse las ligas circulares, la constipación, el estar mucho de pie y los esfuerzos. 

Es útil que al estar sentada la embarazada coloque sus piernas sobre una almohada puesta encima de una silla.

También ayuda el masaje de los miembros inferiores. Cuando las várices son marcadas y molestan, es conveniente usar vendas o medias elásticas en las piernas.

Pies Hinchados. Se llama edema a la hinchazón que se produce en cualquier parte del cuerpo por acumulación de agua en la piel y debajo de la misma. Es bastante frecuente observar edema en los pies, los tobillos y las piernas de la embarazada.

Puede deberse a las várices y a una deficiente circulación en los miembros inferiores, a su vez causada por el embarazo, a una retención de sal y agua en el organismo o a la llamada toxicosis del embarazo. Toda embarazada que presente edema debe consultar al médico para determinar la causa.

A veces el edema se presenta también en la cara, los párpados, la vulva, la parte baja del abdomen, etc. Cuando se haya demostrado que el edema no se debe a toxicosis, puede aliviarse manteniendo las piernas elevadas, sea en cama o sea quedando sentada la embarazada, con las piernas apoyadas horizontalmente sobre una silla o un banquito con una almohada.

Síntomas que deben motivar la consulta médica

Además de las visitas periódicas que la embarazada debe hacer al médico, la aparición de cualesquiera de estos síntomas debe hacerle llamar al médico o ir a consultarlo:

a) Hemorragia de los órganos genitales. Debe llamarse al médico de inmediato. Son muy diversas las causas de hemorragia durante el embarazo. En el primer trimestre puede tratarse de una amenaza de aborto, y en el tercer trimestre del embarazo puede deberse a placenta previa.
b) Vómitos intensos o persistentes.
e) Dolor de cabeza persistente; molestias en la vista.
d) Hinchazón de los párpados o marcada hinchazón de los pies y las piernas.
e) Aparición de orina turbia o de dolores en la vejiga o el riñón.
f) Disminución muy acentuada de la cantidad de la orina.

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