La alimentación natural es lo mejor, la leche materna contiene todos los elementos necesarios para el crecimiento y desarrollo del niño. Estos elementos existen en la mejor proporción.
Contiene fermentos que ayudan a digerirla, se halla prácticamente libre de gérmenes y a la temperatura adecuada, lo que hace innecesario qué se la hierva. Conserva así todos sus fermentos cuerpos inmunizantes y vitaminas.
Contiene sustancias inmunizantes, que contribuyen a evitarle ciertas enfermedades al niño.
Forma en el estómago coágulos más pequeños y su digestión es más rápida que la de los alimentos artificiales.
La leche de la madre es el mejor alimento y el mejor medicamento del niño.
El niño alimentado a pecho en cantidad suficiente es generalmente más grande y más sano que el alimentado artificialmente.
El niño alimentado a pecho, tiene mayor resistencia a las infecciones y, si sobrevienen, evolucionan más favorablemente que si recibiera alimentación artificial. Según algunas estadísticas, la mortalidad del lactante alimentado a pecho es de solamente 1/5 de la que se observa en los alimentados artificialmente.
Los trastornos de la nutrición y de la digestión son mucho menos frecuentes y menos graves en el niño alimentado a pecho que en los alimentados artificialmente.
Los especialista psicólogos de niños, dicen que el niño alimentado a pecho adquiere mas intimidad con su madre y con ello una seguridad y confianza constante que contribuirá a evitarle trastornos nerviosos en el futuro, esto ayuda a que no tenga trastornos nerviosos en su futuro.
Es Importante es la alimentación a pecho durante los primeros tres meses de vida y durante los del verano. Afortunadamente son muy pocas las madres que no pueden hacerlo.
Muchas madres siguen teniendo leche hasta el año y algunas hasta el año y medio o los dos años. Creemos, sin embargo, que la lactancia materna no debe prolongarse demasiado, salvo en circunstancias especiales. La cantidad de leche que produce la madre se adapta habitualmente a la cantidad que el niño toma. Se observa a menudo que dicha cantidad es de 1000 a 1200 g diarios, no siendo raros los casos en que la producción es mayor.
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