Se ha observado que cuanto mayor sea el cuidado y la higiene con que se atiende a los niños, tanto menor es la proporción de los que enferman y mueren. En realidad, la proporción de niños que mueren en cada país podría servir como un índice bastante exacto del grado de civilización que éste ha alcanzado.
Es ya clásico mencionar como principales causas de enfermedad o muerte del niño las cinco siguientes:
Causas alimenticias; causas infecciosas; herencia; debilidad congénita; y higiene defectuosa.
Causas alimentarías.-Son el grupo de causas más importantes. Con mucha frecuencia el lactante enferma o muere porque se le da una alimentación inadecuada. Sea en calidad o cantidad. Un aforismo del eminente puericultor y especialista uruguayo en niños. Morquio, dice: “El lactante alimentado a pecho, raramente se enferma y excepcionalmente se muere”.
Cabría ampliarlo añadiendo el concepto de cantidad suficiente de alimento natural, pues si la leche materna es insuficiente, también pueden aparecer trastornos.
El niño con alimentación natural suficiente (leche de la madre), no suele presentar trastornos nutritivos y digestivos serios y, además, goza de mayor resistencia contra cierto número de infecciones. En cambio, el lactante alimentado artificialmente, en especial durante los primeros meses, y en verano, está predispuesto a serios trastornos nutritivos y digestivos.
Causas infecciosas.-Las infecciones siguen en frecuencia a las causas alimenticias como originadoras de enfermedades en el niño. Afortunadamente, por medio de diversas vacunas y otras medidas profilácticas, muchas enfermedades infecciosas pueden evitarse. Otras curan con mayor facilidad que antes gracias a los nuevos medios de que dispone actualmente la medicina, como las sulfas y los antibióticos.
Cabe señalar, por ser a menudo muy grave en el niño, pequeño, la tuberculosis.
La infección del lactante puede radicar también en su aparato urinario (pielitis), o en su tubo digestivo (enterocolitis).
Herencia.- A veces el niño hereda la misma enfermedad de los padres y, otras veces una afección distinta, pero consecuencia de una enfermedad o intoxicación del padre o de la madre. Como ejemplo de lo primero, pueden citarse algunas enfermedades del sistema nervioso afortunadamente poco frecuente.
Como ejemplo de lo segundo mencionaremos el alcoholismo crónico o agudo de cualquiera de los progenitores, que puede provocar en el hijo afecciones diversas tales como: epilepsia, debilidad mental, imbecilidad, idiotez, parto prematuro, debilidad congénita, etc. Otra de las enfermedades que se transmiten por herencia es la hemofilia, que ataca casi exclusivamente a los varones y es transmitida por las mujeres.
Debilidad congénita.-Débil congénito es el niño que ha nacido con vitalidad disminuida. Puede ser o no un niño nacido prematuramente. Estos niños contraen muy fácilmente infecciones, tanto más graves cuanto que producen en ellos muy pocos síntomas.
Higiene defectuosa.-Los niños que viven sin los cuidados debidos de higiene, o que por vivir en casas inapropiadas carecen de aire puro, luz y sol, o en las que hay frío o calor excesivos, son presa fácil de enfermedades, tales como raquitismo, trastornos digestivos, afecciones respiratorias, etc., por eso es muy importante mantener la higiene adecuada en el lugar donde nosotros vivimos.
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