Síntomas de las Enfermedades de Los Niños


Es útil que los padres sepan reconocer los síntomas anormales más comunes o llamativos para poder recurrir de inmediato al médico, tomándose así la enfermedad a tiempo para su mejor tratamiento.



Actitud del niño se llama a la posición que adopta. En el lactante sano y dormido, generalmente es la siguiente: echado de espaldas sobre su camita, tiene sus miembros inferiores y superiores flexionados, la cabeza ligeramente echada hacia atrás. Las manos, cerradas en forma de puño, las coloca hacia arriba a ambos lados de la cabeza.

Pueden observarse modificaciones en la actitud del niño en diversas enfermedades, como meningitis, tétanos, tetania, toxicosis, etc.

Actitudes anormales En la meningitis es frecuente observar la actitud llamada por los autores franceses “en gatillo de fusil”. El niño está acostado de lado, con su cabeza fuertemente flexionada hacia atrás y los miembros muy flexionados. 

En el tétanos puede observarse el llamado opistótonos, en que hay contracción de los músculos de la nuca y la espalda, que flexionan fuertemente hacia atrás la cabeza y el tronco. A veces el tetánico apoya sobre la cama solamente los talones y parte de la cabeza. En la tetania, la mano y el pie pueden presentar contracturas especiales. En la toxicosis el niño adopta a menudo la llamada actitud del esgrimista.

Dificultades para la succión Todo niño sano nace con la facultad de succionar. Los débiles congénitos y los niños con alteraciones de su sistema nervioso pueden no saber succionar. Hay recién nacidos sanos que no succionan bien por uno o dos días, pero es siempre prudente hacer examinar por el médico al niño que no sabe succionar.

El llanto lenguaje del niño
El llanto es el único lenguaje del niño durante sus primeros meses. Por medio del llanto puede expresar: Tengo hambre, tengo sed, tengo frío, tengo calor o duele. Puede dividirse el llanto del bebé en llanto normal, llamado también fisiológico, y llanto anormal o patológico.

El llanto normal o fisiológico, traduce una necesidad, deseo o incomodidad y, a veces, un mal hábito. Este tipo de llanto es generalmente bien interpretado por la madre, quien descubre su causa y le pone remedio. Puede deberse a numerosas causas: exceso de abrigo, ropa muy ajustada, sucia o mojada, parásitos en la cama, un alfiler que pincha, etc.
El llanto anormal o patológico, traduce un dolor o padecimiento. De este tipo son los siguientes:

Llanto del hipoalimentado.-El niño se prende ávidamente del pecho, succiona por un instante y luego lo deja llorando, pues no obtiene todo el alimento necesario. El niño en estos casos suele ser “flaco, llorón y constipado”.

Llanto por dolor de oídos.-Es un llanto intenso y continuo. Aumenta al comprimir el oído del lado enfermo. A veces el llanto se produce únicamente al presionar sobre el oído.

Llanto por cólicos intestinales.-Negado por algunos, lo he comprobado repetidas veces. Se ve con mayor frecuencia en niños que presentan la llamada diátesis exudativa. A veces el niño ha deglutido aire, o la madre ha ingerido algún alimento que le ha producido gases. El niño se pone de pronto a llorar intensamente, doblando los muslos sobre el abdomen y deja de llorar después de haber expulsado gases o materias fecales por el intestino. Se repite en general varias veces. Como tratamiento, aplicar calor al abdomen, por ejemplo telas calentadas con la plancha. También pueden ayudar el dar una infusión de anís o hacer una enemita. 


En los casos rebeldes el médico prescribe ciertos medicamentos.

Llanto por enfermedad de barlow (escorbuto del lactante).-Este es un llanto agudo e intenso que aumenta cuando se mueve al niño o éste teme que se lo mueva. En esta enfermedad se, producen hemorragias debajo del periostio o membrana de envoltura de los huesos, principalmente en los miembros inferiores, lo que causa al niño agudo dolor, provocando el llanto.

llanto por sífilis congénita.-El especialista argentino en niños, Sisto, descubrió, en ciertos niños de menos de tres meses afectados de sífilis congénita, un llanto especial, intenso y persistente, que predomina de noche y que aumenta cuando se hace presión en la extremidad superior de la tibia (algo por debajo de la rodilla). 

Llanto del niño nervioso.-No hay fiebre ni dolor. Es un niño que duerme poco y tiene a menudo tendencia a ser vomitador. Con frecuencia presenta la llamada diátesis neuropática.

Llanto del niño con fiebre.-Cualquier enfermedad con fiebre puede provocar llanto. Es un llanto por momentos, no insistente. En la noche el niño despierta varias veces llorando.

En todo los casos es importante dar la atención necesaria para evitar mayores molestias.

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